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Aprende a leer en las etiquetas de manera sencilla

Aprende a leer en las etiquetas de manera sencilla

 

Vivimos en un momento de gran expansión en el sector de la alimentación. Cada vez encontramos en las baldas de las tiendas y supermercados más opciones para incluir en nuestros menús diarios.

Sin embargo, con tantos productos para elegir surge una pregunta: ¿cómo saber cuáles son los más adecuados para lograr una alimentación sana? Ya sabes que en Santa Teresa tenemos como objetivo tu bienestar y en ese sentido, leer las etiquetas de los productos es clave para lograr una dieta equilibrada.

En este artículo de nuestro blog aprenderás a hacerlo de manera sencilla y podrás comparar fácilmente los ingredientes y sus propiedades nutricionales.

¿Para qué sirven las etiquetas de los alimentos?

Las etiquetas de los alimentos sirven para muchas cosas. En primer lugar, te indican el nombre del producto y el fabricante. La primera línea es clave, ya que define lo que estás comprando. Ahí puedes llevarte algunas sorpresas, porque es muy común encontrarse con sucedáneos que se hacen pasar por alimentos reales. Lo vemos en numerosas ocasiones en quesos, salsas o zumos, que no son lo que parecen.

También indican la fecha en que se produjo el producto y la fecha en que expira. Y por supuesto, las etiquetas también incluyen información sobre los ingredientes y sus datos nutricionales, que es precisamente en lo que nos centraremos hoy.

¿Cómo distinguir un buen producto de uno de baja calidad?

Hay muchos factores a tener en cuenta a la hora de determinar si un producto es de buena calidad o no. La primera, y quizás más importante, es el precio. Un producto que cuesta más suele ser, con muchas posibilidades, de mejor calidad que uno que cuesta menos si prometen lo mismo.

Esto se debe a que los fabricantes utilizan ingredientes mejores, y por tanto más caros, en los productos de gama alta. Por ejemplo, sería impensable que en Santa Teresa ofreciéramos precios más bajos por sacrificar la calidad de nuestras recetas. Como sabes, apostamos por ingredientes naturales, frescos y seleccionados. Renunciar a esto, sería renunciar a nuestros valores de empresa, que no son otros que cuidar de tu salud.

Por otra parte, hemos de fijarnos en los ingredientes. Estos deben estar listados en orden descendente, lo que significa que los ingredientes más abundantes estarán los primeros. En un producto de baja calidad, los más caros ocuparán las últimas posiciones. Por ejemplo, en una salsa boloñesa de calidad, la carne ocupará uno de los lugares destacados, mientras que en un producto más económico, su presencia será testimonial.

¿Qué son las listas cortas de ingredientes?

¿Alguna vez has dado la vuelta a un producto y te has visto abrumado por la cantidad de ingredientes que lleva? Seguro que sí y lo más sorprendente es que también ocurre en recetas que si las elaborases por ti mismo, apenas necesitarías cuatro o cinco.

Pero, piénsalo bien, ¿realmente crees que es saludable un producto repleto de aditivos u otros componentes químicos? Recuerda que somos lo que comemos y es fundamental cerciorarnos de que los alimentos que llevamos a casa son lo que dicen ser.

Para ello, nada mejor que asegurarnos que están elaborados con pocos ingredientes, tal y como tú lo harías en casa. Si estos son de calidad, no será necesario añadir ningún extra que los altere.

Esta es la base de las listas cortas, que no dejan de ser un sinónimo de salud, disfrute y dieta equilibrada.

Cómo influye el marketing en la comida de baja calidad

<h2>Cómo influye el marketing en la comida de baja calidad</h2>

El marketing juega un papel importante en alimentos que por sí mismo, bien por su aspecto, sabor o valores nutricionales, no son atractivos. Los anuncios y las etiquetas de los productos pueden ser engañosos, especialmente si no se presta suficiente atención y en muchos casos pueden lanzar mensajes con trampa.

A menudo, los alimentos que se venden como "bajos en grasas", "orgánicos" o “cero azúcares” son en realidad menos saludables de lo que aparentan o incluso dañinos para la salud, ya que incitan a un consumo que no es nada recomendado.

Los compradores necesitamos ser conscientes de que, en muchos casos, la imagen y las campañas comerciales eclipsan nuestro buen criterio. Por eso te recomendamos encarecidamente que no te dejes atrapar en esa red, leas el etiquetado y juzgues por ti mismo la calidad de dicho alimento.

¿Existen platos preparados saludables?

Por supuesto que sí y en Santa Teresa somos grandes aficionados a ellos. Solo tienes que pasarte por cualquiera de nuestras tiendas físicas o visitar nuestra web, para darte cuenta de que comer este tipo de alimentos y hacerlo de una manera sana, es posible.

Nuestros gazpachos, salmorejos, ensaladas, cremas o pasteles cumplen todos esos requisitos.

Por ponerte un ejemplo, vamos a fijarnos en la Crema de Calabaza Santa Teresa, tan apetecible ahora que nos adentramos en el otoño. Si analizas su lista de ingredientes, verás que el principal, como no podría ser de otra manera, es la calabaza con un 38% y a esta le acompañan otros cuatro, además de los condimentos tradicionales (aceite, vinagre, agua y sal).

Seguro que cuando preparas este tipo de cremas en casa, utilizas ingredientes muy parecidos, ¿verdad? Pues esa es la clave. Si te fijas, en otros productos de este tipo se les suele añadir espesantes o aditivos artificiales (los llamados E-Aditivos) para dotar de un extra que no logran de forma natural.

Te invitamos a que conozcas toda nuestra gama de productos que puedes encontrar en esta misma página web.