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Este puente, visita Ávila y descúbrela a través de su gastronomía

Este puente, visita Ávila y descúbrela a través de su gastronomía

 

Ya tenemos aquí el puente de Inmaculada, también conocido como el de la Constitución o simplemente como el de Diciembre. Sea como sea, estamos frente a la antesala de la Navidad, una fecha perfecta para permitirnos una escapada durante algunos días.

En Santa Teresa estamos orgullosos de dar valor a lo nuestro y por eso en este artículo vamos a invitarte a nuestra ciudad para que la descubras desde otro punto de vista durante estos días festivos. Sin duda, Ávila es conocida por los turistas gracias a su enorme patrimonio artístico y cultural y su gastronomía. De esta última mucho se ha hablado y escrito, partiendo de productos tan típicos como la carne avileña hasta llegar a nuestras icónicas Yemas de Santa Teresa.

Pero hay mucho más. Aunque tal vez no sea tan conocida para el visitante como otras de nuestras tradiciones, lo cierto es que en Ávila existe una costumbre que pasa de generación en generación. Nos referimos sus tapas y hoy vamos a hablarte de su origen y de cómo puedes descubrir la ciudad amurallada a través de ella durante el puente de la Inmaculada.

¿Cuál es el origen de las tapas?

En Ávila las tapas también se llaman pinchos, aperitivos o incluso los propios camareros se referirán a ellas como “¿algo para comer?”. Sea como sea, lo cierto es que desde tiempos inmemoriales en la ciudad siempre se ha acompañado cualquier bebida con una receta en miniatura cuando entramos en un bar. Hoy en día podemos encontrar en nuestras calles decenas de lugares en los que disfrutar de esta costumbre.

Respecto a los orígenes, hemos de acudir a las distintas versiones que existen en España al respecto. La más asentada habla de la figura del rey Alfonso X el Sabio, que mientras sufría una enfermedad, tenía que consumir pequeñas dosis de vino a lo largo del día para poder curarla.  Para evitar que el alcohol afectara en demasía a su cuerpo tenía que comer y desde aquel entonces se ordenó por ley que esta bebida se sirviera siempre acompañada de algún alimento en los mesones de Castilla.

El nombre de “tapa” procede de que estos acompañamientos se servían en un plato sobre el vaso de bebida, para evitar que el vino se llenara de insectos, suciedad o cualquier elemento externo.

¿Qué marca la tradición de las tapas en Ávila

Para situarnos en el concepto de la tradición moderna de las tapas en Ávila hemos de viajar hasta las primeras décadas del siglo XX. Allí las tabernas ofrecían pequeños detalles culinarios para satisfacer al visitante en forma de encurtidos, queso fresco o algún tipo de embutido.

Poco a poco fueron incorporándose pequeños guisos, como los callos, oreja, patatas revolconas o la tortilla de patata, hasta evolucionar a lo que conocemos hoy en día.

¿Cuáles son las tapas más típicas de Ávila

El abanico de posibilidades gastronómicas que encontraremos en la ciudad en lo referente a las tapas es enorme. Lejos de ser de manera exclusiva un espejo de las recetas tradicionales de la zona, hoy en día podemos encontrar verdaderas obras de arte culinarias en todas sus versiones que aglutinan tanto los platos que han pasado de generación en generación como nuevas propuestas

En la mayoría de los bares abulenses podremos encontrar algunas propuestas típicas locales y castellanas, como las ya citadas patatas revolconas, los torreznos o incluso los caldos, tan agradables para tomar cuando el frío toma presencia en la ciudad.

También hay espacio para algunos de los clásicos nacionales, como la ensaladilla rusa, las patatas bravas, arroces, huevos rotos o bocatines por citar algunos.

Pero si lo que estás buscando es algo diferente, en muchos negocios podrás encontrar bocados gourmet que dan un giro muy interesante a los pinchos más clásicos. Cocina asiática, india, latina, carne avileña e incluso cocidos en miniatura que a buen seguro llamarán tu atención.

Y por supuesto, nada mejor para completar un día de tapas en Ávila que pasándote por alguna de nuestras sedes físicas, donde también podrás disfrutar de nuestros propios aperitivos. Una Yema de Santa Teresa o algunos dulces serán el colofón para una escapada como esta.