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¿Por qué subes de peso si comes sano y haces ejercicio?

¿Por qué subes de peso si comes sano y haces ejercicio?

 

Haces ejercicio a diario, comes sano y, sin embargo, no acabas de perder esos kilos de más que no dejan de atormentante. No te preocupes, tu caso no es una excepción y por ello hemos decidido escribir sobre esta problemática. Como sabes, en Santa Teresa, nuestro objetivo es tu bienestar y consideramos que llevar una vida sana es clave para sentirnos mejor.

Tanto la alimentación como el ejercicio físico forman parte de un sistema output-input en nuestro organismo, donde la diferencia entre el consumo de calorías y su eliminación marcarán la presencia excesiva de grasa. Pero ¿es tan fácil como comer menos y movernos más? En las próximas líneas vamos a analizar la certeza o no de esta cuestión. Vamos a por ello.

El sobrepeso en España

Según el Estudio Nutricional de la Población Española (ENPE) el pasado año, más de la mitad de los españoles estaban por encima de su peso recomendado. Para ser más exactos, son los hombres quienes más lo sufren y la tendencia va en ascenso a medida que cumplimos años.

Pero hemos de diferenciar lo que es sobrepeso y lo que es obesidad:

  1. Se considera sobrepeso cuando superamos los 25 puntos en nuestro índice de masa corporal y obesidad al pasar de los 35.
  2. Al entrar en el umbral de la obesidad, seremos mucho más proclives a sufrir enfermedades cardiovasculares, pero el sobrepeso no nos exime de ellas.
  3. Dados los enormes problemas que genera, la obesidad es considerada una enfermedad para la OMS, mientras que el sobrepeso es un factor de riesgo que la precede.

Y desde Santa Teresa te preguntamos lo siguiente: si cuando tenemos un resfriado intentamos curarlo, ¿por qué no hacemos lo mismo con el sobrepeso? Al igual que el estrés o el miedo, el sobrepeso es un aviso que nos lanza el cuerpo para indicarnos que algo no va bien, que estamos acumulando más grasa de la que necesitamos.

¿Por qué engordamos?

La respuesta sencilla sería que engordamos porque el cuerpo no es capaz de quemar la energía que le estamos aportando. Puede ser porque estemos alimentándonos mal o en exceso o porque suframos algún problema de salud que evite que lo logremos. En ese sentido, el único mecanismo que tiene nuestro cuerpo para dar eso a esas calorías extra es convertirlas en grasa.

Pero hay que tener un dato en cuenta, no se trata de que engordemos por el mero hecho de consumir alimentos que de por sí tengan un alto contenido en grasa. Podemos consumir de manera inadecuada productos que no la contengan y aún así engordar. Es el organismo quien transforma esas sustancias en tejido adiposo, cuyas células son capaces de acumular grandes cantidades de calorías. Se trata pues de una reserva que el cuerpo guarda para un hipotético consumo futuro.

Pero hay una serie de motivos que influyen y mucho en nuestra tendencia a subir de peso:

  1. Vivimos en una sociedad llena de reclamos para consumir la considerada comida basura de manera habitual y es una auténtica bomba calórica para nuestro cuerpo.
  2. Cada vez hacemos menos deporte o no de la manera indicada. Si queremos bajar de peso, el cardio es nuestro camino. De nada valdrá ir horas al gimnasio si no realizamos ejercicios que quemen grasa de manera masiva.
  3. Compramos productos baratos de baja calidad, además de no planificar las compras. No hay nada como ir al supermercado sin una lista para llevarnos cosas que no necesitamos y caer en los reclamos comerciales.
  4. Como parte de nuestra actividad social solemos consumir alcohol y bebidas azucaradas en exceso, considerándolo, además, normal.

¿Qué soluciones podemos poner para no engordar?

 

 

Aunque parezca que estemos ante la ascensión del Everest, la buena noticia es que tan solo es el vértigo que sentimos al dar un giro a nuestras rutinas. Sin embargo, comenzar a vivir de una manera sana es bastante más sencillo de lo que imaginas. Aquí te dejamos algunas pautas muy fáciles de seguir:

  1. Analiza las calorías que consumes. Hay numerosas aplicaciones gratuitas que nos permiten llevar la cuenta de lo que comemos y la energía que gastamos cada día. No es algo que tengas que realizar de manera eterna, ni tampoco obsesionarte, pero dedicarle unas semanas a este control hará que te des cuenta de todo lo que te sobra en el día a día. Te aseguramos que te sorprenderá el resultado.
  2. Planifica menús sanos y equilibrados con antelación. No improvises, hay numerosos profesionales y menús prediseñados que te ayudarán a tener una base saludable cada semana. De esta manera, no solo tendrás cada día las recetas adecuadas, también acudirás al supermercado con la lista de la compra definida.
  3. Añade ejercicios cardiovasculares a tu día a día. Correr, caminar, montar en bicicleta, nadar, la zumba, el baile, el body combat, un partido de fútbol sala…Son muchas las alternativas que nos permiten poner a nuestro cuerpo a funcionar. Elige la que te haga sentir bien y te divierta, solo de esa manera lograrás mantenerlo en el tiempo y obtener resultados. Si te dedicas a hacer pesas, no solo no perderás grasa, si no que es probable que la ganes.