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Agroturismo: un viaje a la gastronomía rural

Agroturismo: un viaje a la gastronomía rural

 

Tenemos la suerte de contar con un entorno maravilloso. Más allá de las grandes capitales, sus monumentos y comercios, nuestro país es muy afortunado al tener una vida rural tan variada que aúna tradición, buen hacer y cuidado al visitante.

Es allí, en los campos y pueblos, donde nace nuestro tesoro más preciado: el origen de la gastronomía. Gracias a su esfuerzo, enseñanzas de los mayores y espíritu emprendedor, tenemos ante nosotros todo un mundo que explorar. Hoy en el blog de Santa Teresa vamos a invitarte a un viaje a través de los cimientos de nuestra alimentación. Se trata del mundo rural que se ha erigido en los últimos tiempos como una alternativa turística para todos los públicos.

Si nos acompañas, te mostraremos diferentes propuestas para que te escapes este verano a la España más escondida y disfrutes de la alimentación desde sus orígenes. Suena bien, ¿verdad? ¡Vamos a por ello!

¿Qué es el agroturismo?

Sin duda lo podemos enmarcar dentro del movimiento de “regreso al pueblo” que ha multiplicado su presencia desde el inicio de la pandemia, aunque es cierto que ya llevaba unos años gestándose. La realidad es que cada vez son más personas que deciden regresar a la localidad de sus abuelos, donde pasaban los veranos o incluso, donde ellos mismos crecieron antes de irse en busca de oportunidades laborales.  Ellas, que cada vez son más, se han visto saturadas por la vida urbanita y abogan por lo natural, lo cercano y lo lento como alternativa.

En ese sentido, su iniciativa ha traído consigo la aparición de muchos proyectos emprendedores que buscan potenciar sus pueblos a través de la gastronomía, bien sea en la fase primaria o bien, en la producción final. Gracias a ello, han surgido a la par experiencias que posibilitan al visitante verse inmersos en el propio proceso, pudiendo aprender a recolectar frutas, cuidar del ganado o cocinar con las mismas personas que lo elaboran.

Experiencias rurales

Pero ¿qué interés puede suscitar este tipo de actividades? Sin duda alguna el de sentirnos parte de su esencia. Estamos tan acostumbrados a un mundo artificial, que se nos ha olvidado que cada cucharada, que cada sorbo o bocado, tiene su origen en el trabajo de muchas personas, que cuidan su tierra y se esfuerzan por sacar lo mejor de ella.

Por ejemplo, unos amigos de nuestra casa, los cerveceros abulenses Raiz Cuadrada, han convertido a su pueblo, El Barraco, en un punto ineludible para los amantes de la buena gastronomía que visitan Ávila.  Ellos, los hermanos Héctor e Israel García, decidieron dejar sus puestos de trabajo en Madrid, para levantar un ambicioso proyecto con la cerveza artesana como protagonista. Hoy en día, cada fin de semana reciben visitas de amigos y familias de toda España, para participar en una visita a su fábrica, en la que enseñan cómo es la elaboración de la bebida y que finaliza con una cata acompañada de aperitivos de la zona. Por cierto, si queréis probarla, está disponible en las tiendas físicas de Santa Teresa.

Otro proyecto muy interesante nos lleva al otro lado de la provincia, a Villafranca de la Sierra. Allí, el proyecto Valdecorneja regenta el Molino del Tío Alberto, propiedad de la Junta de Castilla y León, que ha sido restaurado tal y cómo era en el siglo XIX. Es uno de los pocos que se mantienen en pie en la actualidad. Allí podemos ser partícipes de la elaboración de manera tradicional de un elemento de capital importancia en nuestra alimentación: la harina. Una experiencia inmersiva que nos trasladará a esa época, gracias a la ambientación y caracterización de sus anfitriones.

Pero, además, Ávila tiene cientos de paradas a lo largo de su territorio donde detenerse a degustar sus productos típicos y disfrutar del ambiente rural. Desde los vinos de Cebreros, las legumbres de El Barco de Ávila o los, cada vez más populares, caracoles de Arenas de San Pedro, podemos disfrutar de un viaje repleto de sabor y experiencias.

La experiencia gastronómica de Santa Teresa

Por supuesto, no podemos dejar de recomendarte la guinda de cualquier viaje gastronómico por nuestra provincia. Nuestra casa, Santa Teresa, es el corazón de la alimentación tradicional en Ávila, ya que desde 1860 elaboramos los dulces más reconocidos de la ciudad: las icónicas y auténticas Yemas de Santa Teresa.

Nuestra filosofía se mira en el legado de los fundadores, sus costumbres y enseñanzas. Por eso te invitamos a que simplemente te tomes un café en la Flor de Castilla, situada entre la calle Alemania y la plaza José Tomé. Será el colofón a tu experiencia agroturística ya que en este local que lleva abierto casi dos siglos podrás disfrutar de primera mano los mejores productos del entorno y sentir cómo tradición e innovación se fusionan en un mismo espacio.