Comida para llevar y vida sana. La clave… listas de ingredientes cortas
La pandemia ha supuesto una serie de cambios en nuestra rutina que, para bien o para mal, parece que han llegado para quedarse. Tal vez, porque como apunta el dicho, somos animales de costumbres, o bien porque hemos descubierto nuevos espacios de confort, lo cierto es que hemos potenciado algunos hábitos que antes eran acciones puntuales.
Dentro de la alimentación, sin duda estos últimos años han puesto a la comida para llevar y a domicilio en la cresta de la ola. Las restricciones a la hora de ir a restaurantes, así como el llamado síndrome de la cabaña, han propiciado que disfrutemos cada vez más de este tipo de comida.
Si a todo ello le sumamos las prisas y el poco tiempo que tenemos para cocinar, nos da como resultado una costumbre que tiene aspectos muy interesantes. Hoy, desde Santa Teresa, vamos a indagar sobre este asunto, para analizar cómo poder disfrutar de esta comida y al mismo tiempo no renunciar a la vida sana.
¿Es bueno tomar comida para llevar de manera habitual?
No hay nada que invite a rechazar de pleno la comida para llevar. Existe el falso mito de que todo lo que no se haga en casa no es sano, pero nada más lejos de la realidad. Eso no quiere decir que todo lo que se vende sea adecuado para llevar una dieta equilibrada, pero no podemos tipificar a este tipo de comida como perjudicial de manera genérica.
Puede ser más o menos saludable en función de nuestras decisiones y aquí entra en juego nuestro buen criterio. Del mismo modo que en casa no nos alimentaríamos todos los días con comidas excesivamente calóricas, cuando buscamos la comida fuera ocurre lo mismo.
Pero hemos de hacer un inciso importante. No debemos confundir comida para llevar con comida basura, ya que son conceptos que pueden ir de la mano en ocasiones, pero ni mucho menos son sinónimos.
Existen numerosas alternativas sanas que nos pueden facilitar la labor si no tenemos tiempo para cocinar. Y sí, esto incluye también el día a día. La clave es fijarnos bien y saber qué vamos a comer.
¿Cómo diferenciar la buena comida para llevar de la que no lo es tanto?
Este sin duda es el ejercicio más importante. Si logramos diferenciar una comida para llevar sana de una que no lo es, tendremos la partida ganada. Lo cierto es que no es una tarea fácil, pues cada vez existe más oferta en el mercado y en muchos casos, se aboga por eslóganes que apuntan a la vida sana. Pero por desgracia suele quedarse en eso, en marketing.
¿Cómo podemos diferenciar entonces lo que es sano de lo que no? Si nos sigues con asiduidad, sabrás la respuesta: si eres capaz de elaborar esa receta en casa con los mismos ingredientes que te presentan, será saludable. Por supuesto, dentro de unos parámetros lógicos, es decir, por mucho que hagamos un pastel de chocolate en casa, seguirá siendo un alimento que debemos consumir con moderación.
Como sabes, una de las garantías de salud alimentaria son las listas de ingredientes cortas. Cuando nos topamos con etiquetas con una enumeración interminable de componentes extraños, estamos ante un producto que cuanto menos debería encender nuestras alarmas. Apuesta por los alimentos naturales y a ser posibles frescos.
¿Realmente existen alternativas sanas en la comida para llevar?
Por supuesto que sí. Hoy en día hay multitud de propuestas que nos permiten comer sano sin mucho esfuerzo. Sin ir más lejos, en Santa Teresa tenemos una gran variedad de recetas para llevar que puedes consumir en tu casa o en el trabajo y disfrutar de una alimentación fresca y saludable.
Un ejemplo son nuestras ensaladas, que se elaboran con ingredientes cien por cien naturales y seleccionados de los mejores productores de nuestro entorno. No encontrarás en ninguna de ellas aditivos y sus aportes nutricionales son equilibrados.
Lo mismo ocurre con los gazpachos y salmorejos, que tanto hemos disfrutado durante el verano, las cremas de verduras u otras propuestas como el hummus o los pasteles de pescado.
Una de las estrategias que mejor funcionan es planificar nuestros menús semanales y esto incluye, por supuesto, aquellos días en los que por un motivo o por otro vamos a necesitar comida para llevar. Para ello, valora las calorías e ingredientes de cada receta, así como sus niveles de grasa, sal y azúcares. Te darás cuenta de que, prestando un poco de atención, alimentarse bien está al alcance de tu mano aunque no tengas tiempo para cocinar.
Y si quieres saber más, te invitamos a que eches un vistazo a todas nuestras recetas para que descubras muchas alternativas que te permitan comer sano desde hoy mismo, como si lo hicieras tú.