Left Continuar comprando
Pedido

Su carrito actualmente está vacío.

Envío GRATIS desde 30€ de compra
Cómo mantener una rutina saludable en 2022

Cómo mantener una rutina saludable en 2022

 

El comienzo de un nuevo año es sinónimo de objetivos y de retos que nos ayuden a vivir mejor. Aprender idiomas, ir al gimnasio, viajar más o dedicarnos más tiempo a nosotros mismos, suelen ser algunos de los más habituales. Sin embargo, pocas personas consiguen sostener estos desafíos en el tiempo y, por lo general, se acaban abandonando por completo. Para Santa Teresa, nuestro objetivo es tu bienestar y por ello queremos ayudarte a que tú rompas el patrón y logres hacer de estas rutinas tu nueva vida.

El artículo de hoy vamos a guiarte para que lo consigas, porque no se trata solo de plantearse unas metas, sino de cómo realizar el camino para poder conseguirlas. Si nos acompañas en las siguientes líneas, te lo explicamos.

Convierte los retos en parte de tu vida

Tal vez el error más habitual que se comete cuando queremos establecer nuevos hábitos, es convertirlos en un sacrificio y no en un disfrute, que es el camino hacia nuestro bienestar. Es imposible afrontar un desafío sin contar con las ganas necesarias para acometerlo. Desde perder esos kilos de más a practicar yoga, cualquier reto tiene que hacernos sentir bien a corto y a medio plazo, o, de lo contrario, no tardaremos mucho en olvidarlo.

El sufrimiento en el ser humano es una advertencia de que algo no va bien, y nos empuja a huir, es algo intrínseco a la parte más animal de la persona y que procede de nuestros orígenes. Pues bien, esto nos da una pista muy importante sobre cómo tenemos que afrontar cualquier desafío: con ilusión y encontrando lo que nos haga disfrutar del mismo. Recuerda que si has decidido alimentarte mejor, retomar la universidad o caminar una hora cada día, lo haces en por tu propia decisión y beneficio. Desde el primer momento comenzarás a sentirte bien si te centras en lo bueno que te da. No se trata de obligarte, se trata de convertir esos hábitos en parte de tu vida del mismo modo que te lavas la cara al despertar, haces la cama o llevas a tus hijos al colegio.

Elige los objetivos adecuados a tu nivel y disponibilidad

No nos engañemos, no podemos pasar del uno al cien sin hacerlo primero por el resto de los números. Los mensajes motivadores están muy bien, en algunos momentos pueden levantarnos el ánimo o sacarnos una sonrisa, pero no podemos pretender correr cinco kilómetros si no logramos caminar dos, del mismo modo que no podemos irnos a dormir una hora antes si no adecuamos el resto de nuestros horarios. Por tanto, aquí va la segunda recomendación para alcanzar el bienestar que estás buscando: plantéate objetivos realistas y realízalos poco a poco.

Aunque de manera inicial puede asfixiarte la impaciencia, piensa que el modo más fácil de fracasar es afrontar más de lo que puedes conseguir. Si pretendes practicar running cada día, date tiempo. Empieza a andar una hora, luego realiza intervalos con pequeñas carreras hasta que controles tu respiración y después intenta correr de forma continuada. Sí, tal vez eso te lleve varios meses, pero una vez lo consigas verás que no te supone un esfuerzo descomunal. Será el momento de ir subiendo de nivel. Esto se ha de aplicar a cualquier objetivo o hábito que queramos conseguir.

Para terminar, te dejamos un consejo muy importante: los objetivos han de ser cuantificables. Es decir, no puedes plantearte “bajar de peso”, deberías transformarlo en “perder tres kilos”, o en lugar de “aprender idiomas”, lo ideal sería decir “ir a clase inglés dos días a la semana”. De este modo podremos saber en qué punto de nuestro proceso estamos y actuar en consecuencia

Dietas saludables sí, pero con cabeza

Hay que tener mucho cuidado cuando nos planteamos cambiar nuestra dieta para generarnos un mayor bienestar. Los comienzos de año pueden ser catastróficos para personas que están obsesionadas con perder peso de forma rápida. No existen ni los productos, ni las dietas milagro que nos garanticen eso de una forma saludable y lo más importante, sostenible en el tiempo. Desde Santa Teresa te lo pedimos alto y claro: no maltrates tu organismo, por favor.

No hay que perdernos en tendencias o promesas que suelen estar repletas de condicionantes negativos. Comer bien es muy sencillo y tenemos la suerte de vivir en un país que es la cuna de la dieta mediterránea. Basta con definir menús equilibrados con alimentos frescos, naturales y de calidad. Huye de los ultraprocesados, los aditivos y las bebidas alcohólicas. Si a eso le sumas una buena actividad física, los resultados están más que asegurados. Y si necesitas ayuda, recuerda que en Santa Teresa te ofrecemos una gran variedad de recetas preparadas para esos días en los que no tienes tiempo, pero quieres comer sano.

Comienza tu guerra contra el estrés

Por último, te recomendamos un pilar básico para afrontar cualquier reto en 2022 que tenga que ver con el bienestar. El estrés en sin duda un mal que asola a millones de personas en los países occidentales. De hecho, el último estudio sobre salud y estilo de vida realizado por la aseguradora Aegon, nos indica que en España nueve de cada diez adultos sufren etapas estrés en algún momento del año y casi seis de cada diez lo sufren de manera continua. Es muy importante tenerlo presente para que nuestros retos no supongan una carga aún mayor. Tienes una oportunidad enorme de cambiar tu vida poco a poco, incorporando hábitos sanos que te hagan sentir bien.  A continuación, te dejamos una lista de algunas propuestas que puedes ir convirtiendo en rutinas y que te ayudarán a conseguirlo. Elige las que mejor se adapten a tus gustos y forma de vivir.

  • Dormir una pequeña siesta.
  • Tomar cuatro piezas de fruta.
  • Eliminar los dispositivos electrónicos dos horas antes de dormir.
  • No tomar comida industrial.
  • Caminar una hora.
  • Meditar diez minutos.
  • Plantar y cuidar un huerto urbano.
  • Escribir un relato.
  • Escribir una poesía.
  • Leer un par de capítulos de un libro.
  • Hacer una pausa para tomar café.
  • Cocinar de forma calmada.
  • Ir a una clase colectiva en el gimnasio.
  • Escuchar un podcast.
  • Llamar a un ser querido.
  • Ir a clase de guitarra.
  • Pintar un cuadro.
  • Practicar caligrafía.