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¿Cómo saber si un producto “real food” es de verdad saludable?

¿Cómo saber si un producto “real food” es de verdad saludable?

El movimiento real food se ha instalado en nuestra sociedad en los últimos años, ya que aúna dentro de su filosofía cuestiones tan importantes como la alimentación sana, la sostenibilidad y la apuesta por productos de calidad. En esa línea, son muchos los productos y recetas que han saltado al mercado bajo dicha vitola, anunciando un compromiso con sus parámetros.

Pero ¿es oro todo lo que reluce? Hoy en el blog de Santa Teresa vamos a darte algunos consejos muy sencillos para que puedas diferenciar aquellos alimentos que dicen ser real food, de los que realmente lo son.

¿Qué es el movimiento real food?

Aunque este es un término muy extendido, en primer lugar queremos hacer un repaso a sus fundamentos para quien no lo conozca. La real food surge bajo la premisa de plantar cara a los llamados procesados malos que abusan de aditivos, conservantes, grasas o procesos que se alejan de los métodos tradicionales.

En muchos casos, estos “añadidos” buscan agilizar procesos o potenciar matices de las recetas en cuestión, como conseguir ciertas texturas, mejorar su aspecto, su sabor o permitir una mejor conservación a muy largo plazo.

Sin embargo, el precio a pagar es muy alto, ya que estos productos presentan una baja calidad nutricional, no solo por sus altos niveles calóricos, sino por la presencia masiva de aditivos que afectan negativamente a nuestro organismo de muy diversas formas.

La importancia de las Etiquetas

Tal vez seas de esas personas que no dan importancia a las etiquetas. Si es tu caso, este es un buen momento para que empieces a fijarte en ellas. ¿El motivo? Nos dan las claves para saber si lo que metemos en nuestro carro de la compra es lo que queremos comer o no. Y es que, aunque resulte increíble, no todos los productos que nos encontramos en los estantes de los supermercados son lo que dicen ser.  En el etiquetado, que debe cumplir una estricta normativa, encontramos toda la información necesaria para saber de forma verídica qué contiene cada producto.

Lo primero que nos encontramos en la lista de ingredientes, es el nombre real del producto. Es decir, lo que realmente vamos a encontrar y no lo que nos quieren vender. No son iguales los productos originales que los sucedáneos por mucho que sus envases o eslóganes comerciales inviten a pensarlo.

Por ejemplo, y aunque suene obvio, un queso no puede llamarse así al menos que cumpla una serie de parámetros en su receta, que así lo acrediten. Por eso, en muchas ocasiones los vemos acompañados de adjetivos como “fundido” o “crema de”, donde se puede mantener esa denominación mientras esté compuesto al menos de un 50% de este producto, aunque el resto no coincida.

Esto existe también en productos como el guacamole, aparentemente sano, donde en muchas ocasiones el aguacate brilla por su ausencia. Increíble, pero real. Bajo la premisa de “salsa”, los ingredientes puede que no tengan nada que ver con lo que nosotros esperamos.

Listas de ingredientes cortas

El otro punto clave para saber si estamos ante un producto real food, es sin duda la lista de ingredientes. Aquí hemos de actuar con lógica y pensar en lo que nosotros utilizaríamos a la hora de elaborar la receta que estamos comprando si la cocináramos en casa. Las listas infinitas son sinónimo de procesados de baja calidad, ya que abusan de aditivos y componentes artificiales que eliminan cualquier atisbo de propuesta saludable. Por lo general, un buen procesado tiene pocos ingredientes y todos ellos te sonarán a cocina y no a química.

Los Platos Preparados Santa Teresa

Para cuando no tenemos tiempo o simplemente nos apetece probar y disfrutar de recetas diferentes, ricas y saludables, en Santa Teresa podemos encontrar una gran variedad de platos preparados con ingredientes 100% naturales, sin conservantes ni aditivos artificiales. Como ejemplo nuestra ensaladilla, una receta que, por sus características, suele ser un habitual en las listas de procesados malos. Sin embargo, la Ensaladilla Rusa Santa Teresa está compuesta únicamente por patata, mayonesa Santa Teresa, zanahoria, atún, guisantes y aceitunas… y nada más; no encontrarás ningún nombre extraño, ni ningún ingrediente que no pudieras tener en tu nevera. Y esto es así en todos nuestros platos preparados, desde el Hummus a los Gazpachos y Salmorejos, las Cremas de Verduras, el Puré patata 

Por tanto, nuestro consejo es que no escatimes en calidad cuando de comer se trata, incluso cuando busques una alternativa rápida. Mira las etiquetas y asegúrate de consumir lo que realmente quieres. Alimentarnos de manera sana es imprescindible para nuestro bienestar porque recuerda que “somos lo que comemos”.