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Destinos turísticos para disfrutar con el paladar

Destinos turísticos para disfrutar con el paladar

 

Si hay un placer comparable al de disfrutar de la buena gastronomía, ese, sin duda, es viajar. A todos nos gusta perdernos en algún lugar alejado de nuestro entorno en el que descubrir costumbres distintas, arquitecturas llamativas, historia, paisajes y respirar ese aire de libertad que solo sentimos cuando nos enfundamos el uniforme de explorador.

Y ante esta tesitura, ¿por qué no combinar ambas opciones? Viajar buscando el disfrute del paladar es un tipo de turismo cada vez más afianzado. Y es que la alimentación es un vehículo tan interesante para descubrir un lugar, como lo son sus monumentos o museos. Si sigues leyendo, vamos a invitarte a visitar algunos rincones de Europa y de España para que puedas hacer de tus próximas vacaciones una experiencia inolvidable sin perder de vista tu bienestar y la alimentación saludable; los objetivos de Santa Teresa.

Castilla y León: rincones y gastronomía por descubrir

Empezamos barriendo para casa y reivindicando el turismo interior. Somos un país maravilloso, con multitud de ciudades, pueblos y parajes naturales que nada tienen que envidiar a los destinos turísticos extranjeros. Castilla y León, la tierra de Santa Teresa, es un vivo ejemplo de ello. Desde Burgos hasta la sierra de Gredos, sus nueve provincias guardan siglos de historia y espacios naturales sin comparación. Más allá de ciudades Patrimonio de la Humanidad como nuestra Ávila, Segovia y Salamanca, podemos disfrutar de lugares tan emblemáticos para visitar en verano como Atapuerca, las Hoces del río Duratón o el lago de Sanabria, por no hablar de las decenas de castillos que aún se mantienen en pie en el territorio.

En términos gastronómicos, Castilla y León regala al visitante un enorme abanico de opciones, tan variado como cada una de sus provincias. Carnes, como el cochinillo y el lechazo y guisos como la sopa castellana o las patatas revolconas, copan los menús de los restaurantes tradicionales. Y por supuesto los postres, ¿cómo hablar de lo mejor de nuestra tierra sin citar a las Yemas de Santa Teresa? Desde el siglo XIX son el símbolo de Ávila y un dulce petit four que llevarse a la boca mientras se contempla el atardecer en la muralla.

Descubre aquí toda la variedad de nuestras Yemas de Santa Teresa

Londres: el paraíso de la comida callejera

La capital del Reino Unido es tan populosa como rica en atracciones turísticas. Además de los monumentos que a todos nos vienen a la cabeza, Londres acoge unos parques preciosos para apaciguar el calor que nos llevemos desde España, como el de Saint James o Hyde Park, repletos de jardines cuidados donde las ardillas campan a sus anchas (e incluso los pelícanos). También ha sido escenario de numerosas películas como Mary Poppins, Harry Potter, El diario de Bridget Jones, El discurso del rey o la inolvidable Notting Hill, por cuyos escenarios podemos pasear y disfrutar de tantos secretos que esconde una metrópoli de casi doce millones de habitantes.

Precisamente el nombre que da título al film de Hugh Grant, acoge cada fin de semana uno de los muchos mercadillos que se reparten por la ciudad. Y es precisamente en ellos donde te invitamos a sumergirte a través de la gastronomía de medio mundo. Londres es famoso por su comida callejera donde podemos probar recetas de orígenes muy variados como el Caribe, Asía e incluso Australia. Desde el punto de vista culinario, los más recomendados son el de Camden Town, Bricklane (no dejes de probar sus bagels) y el mercado gastronómico por excelencia de Londres: el Borough Market, en la ribera sur del Támesis.

Bruselas: el centro gastronómico de Europa

Para muchas personas, Bruselas puede resultar un lugar gris, más cercano a la vida política que al turismo, pero nada más lejos de la realidad. Hablamos de una ciudad que fue la capital del Flandes español y que fue fundada en el siglo X, habiendo visto pasar capítulos trascendentales de la historia europea. 

Es su magnífica arquitectura gótica y callejuelas las que enamoran al visitante. Por ello se hace necesario mencionar su icónica Grand Place y la cercana Rue des Bouchers, repleta de restaurantes que se llenan de clientes en las suaves noches veraniegas. La comida en Bruselas, en toda Bélgica en realidad, es digna de los paladares más selectos, empezando por la cerveza, que es toda una religión en el país. Pero quizá no sepas que es la ciudad donde más mejillones se consumen de todo el mundo, no en vano, los moules-frites (mejillones con patatas fritas), son el plato nacional. Y la tercera gran baza de Bruselas es sin duda el chocolate y sus innumerables variedades.

Tal vez no haga falta irse tan lejos para probar un buen chocolate, ¿conoces nuestro chocolate con membrillo?

Nápoles: Italia más allá de Roma

Nuestra última escala nos lleva al país transalpino, pero en esta ocasión nos alejaremos de destinos tradicionales como Roma, Venecia o Florencia.  Se trata de Nápoles, una de las ciudades más típicas de Italia y donde se respira la esencia más pura de nuestros vecinos del este. Al igual que Bruselas, fue uno de los puntos claves del Imperio Español y todavía hoy se pueden ver vestigios de nuestra presencia allí. Sus calles tienen esa aura destartalada que domina Italia y no resulta raro encontrar vespas surcándolas o escuchar el sonido de la mandolina de fondo.

Una de las señas de identidad de Nápoles es su café (ellos dicen que es la capital mundial de esta bebida). La costumbre es acompañarlo siempre con un vaso de agua, que ha de tomarse en primer lugar.  Pero su gastronomía a buen seguro logrará abrirte el apetito, ya que la pizza napolitana y su pasta, pugnan fuerte por ser las mejores del país. La mejor manera de comprobarlo es jugarlo en primera persona. De modo que ya sabes, prepara las maletas y sal a conocer el mundo y sus sabores.

Estas son solo algunas recomendaciones, pero el límite lo pones tú. Y recuerda que incluso en vacaciones, la buena alimentación es clave para sentirnos bien.